Varios de los links al final del artículo se tratan de resúmenes de la leyenda, incluyendo un puñado de videos y hasta una canción conmemorativa. Para elaborar nuestro propio resumen de la misma, utilizaremos solo nuestra capacidad de síntesis y la fuente original (las 45 páginas recopiladas de un blog dedicado al autor, que pueden verse aquí). Sin más preámbulos, la leyenda:
Según Espinosa, el autor“Su leyenda fue recopilada por antiguos y caracterizados vecinos de
Villa del Parque, en base a relatos proporcionados por ciertas personas que
fueron en determinado momento protagonistas de los hechos. Estuvo oculta por
años en poder de quien suscribe la presente nota en espera de la concreción de
un proyecto por el cual el barrio parquense tendría su historia real, verídica,
escrita por tres integrantes en su momento de la Junta de Estudios Históricos
de Villa del Parque”.
Espinosa se contradice un poco dentro de la misma frase, y a lo largo de todo el relato, ya que asegura la veracidad de los
hechos, y en una gran cantidad de sus posts sobre la leyenda defiende esta posición (resulta
evidente en la lectura que esta defensa surge a partir de cuestionamientos que
recibe de distintos pares suyos), pero al mismo tiempo nunca deja de llamar “leyenda” a su relato. Como escritor, es poco probable que desconociera que una leyenda es en realidad más bien un compendio
de hechos mágicos y fantasiosos que reales, por lo que al asegurar que una leyenda
ocurrió tal cual es relatada genera una gran confusión.
Aclarado esto, la historia comienza cuando la
compañía inmobiliaria "Guerrico y Williams" organizó, a fines del año
1906, el primer remate de lotes en la zona de Villa del Parque, entre las
calles: Génova (hoy Campana) Av. San Martín, Nogoyá y Simbrón, y el mencionado
castillo ya estaba allí, en una zona despoblada, poco edificada, caracterizada
más que nada por la presencia de una estación de tren.
Según la leyenda, las fuentes
utilizadas aseguraban que esa edificación la había financiado un personaje
italiano, llamado Rafael Giordano, descendiente de un renombrado pintor
italiano nacido en Nápoles en el siglo XVII. Existía la certeza que don Rafael había nacido en la ciudad de Salerno (Italia) en el año 1866, y estaba
casado con Vittoria D'Olivi, y dicho matrimonio tuvo una hija en 1889, a la que
bautizaron con el nombre de Lucía.
A poco de nacer Lucía, el matrimonio decide
instalarse en Buenos Aires junto con ella, en la calle Cuyo (Sarmiento) entre
Artes (Carlos Pellegrini) y Cerrito. Contaban con una holgada economía, por lo
que adquirieron un predio en Villa del Parque, donde edificaron el imponente
inmueble.
El interés de Lucía por la música, y en
particular por el piano, la hizo inscribirse en el conservatorio que dirigía la
profesora Rosa Molarte, donde conoció a Ángel Lemos, quien tocaba el violín.
Esto sucedió aparentemente a principios de 1909, habiendo terminado Lucía sus
estudios secundarios, por lo que rondaría los 18 años, y Ángel Lemos siendo un
farmacéutico recién recibido, de 23 años de edad.
La pareja tuvo un noviazgo ideal, y la leyenda
detalla los lugares que visitaban, el envío de postales con poesías de amor
entre ellos, y demás cuestiones que le dan forma según el estereotipo de amor
romántico de la clase alta porteña de aquella época. La boda fue planeada para
el 1° de Abril de 1911, y la misma sería celebrada en el mítico palacio, el
cual además era el regalo de bodas que don Rafael haría a la feliz
pareja.
El palacio fue amoblado, decorado, y todo se
preparó con gran pompa para el evento. Por la mañana se realizó el evento en el
Registro Civil, y por la noche la gran fiesta. Los invitados pertenecían a lo
más selecto de la ciudadanía porteña, lo que podía notarse apenas llegaban, y
en los regalos de bodas:
“Las
famosas marcas de coches de aquel tiempo llevaban estos nombres: "Renault
Fréres E-M-F 30", "Columbia", "Maxwell",
"Courier", "Standard-Dayton". La conducción de los mismos
estaba a cargo de choferes uniformados con vistosas chaquetas, gorras
elegantes, guantes blancos y calzando lustrosas polainas de cuero. Cada uno de
esos servidores representaba de alguna manera el poderío económico de sus
patrones.”
“Un
automóvil "Sampson", un piano importado y un violín del mismo orígen,
un reloj de bolsillo, de oro 18 kilates (para hombre), una motocicleta inglesa
"Bradbury", un grafófono "Columbia" con diez discos
grabados por famosos intérpretes, una máquina de escribir "Royal
Typerwiter Company", un medallón de oro con la imágen de Santa Lucía,
(para dama), varias estufas para los distintos ambientes del edificio, juegos
para te y café, juegos para mesa de porcelana inglesa, una variedad de copas de
cristal, conjunto para lavatorio de porcelana importada, veladores eléctricos
(a pila), una cigarrera de plata y caja de auténticos habanos, varios aparatos
y útiles para la fotografía, un gran cuadro con la imágen de "La
Gioconda", reproducción hecha por un artista amigo de la pareja, un
variado surtido de baúles y valijas, productos de "Perfumerie La
Couronne", Paris et London, y "Parfum Enigma" Lubin, París.”
Todo era alegría y felicidad, hasta que
entrada la madrugada los recién casados deciden retirarse de la fiesta, y aquí
ocurre la tragedia, que cuenta con dos versiones, con sus respectivas polémicas:
a)
Los novios se retiran caminando,
mientras un carro tirado a caballo los espera del otro lado de la vía. Ángel y
Lucía cruzan la vía a pie, y un tren a toda velocidad los atropella. La primera
polémica es que si bien la luz del tren era débil en aquella época, no así el
ruido. En segundo lugar, porque el tren venía a toda velocidad, si la estación
se encuentra cerca, aunque podría ser un tren de carga. Por último, ¿que hacía
el carro del otro lado de la vía?.
b)
Otra versión indica que el
carruaje tirado a caballos los espero en el palacio, y que cruzaron las vías
con el mismo, atropellando el tren al carruaje. Esto agrega la polémica sobre
el accionar del chofer del carruaje, a las confusiones descriptas en a).
Así transcurrió la historia de amor, interrumpida abruptamente, y convertida en tragedia. Sin embargo, hasta aquí es solo un triste final, no hay lugar a nada mágico ni esotérico, que será lo que
caracterizará al palacio y a su historia a partir de este hecho.
La mayor parte de la leyenda cuenta los
inexplicables sucesos transcurridos luego de la muerte de los jóvenes enamorados (y una teoría sobre el terreno maldito donde estaba construido el castillo), siempre
vinculados al lugar y fecha del suceso trágico. La narración detalla situaciones paranormales de todo tipo: dolores corporales de los transeúntes del lugar, música proveniente del palacio estando éste deshabitado, familias que se mudaron al mismo y vieron espectros, y una
detallada historia de una empleada que trabajó en el palacio, pero decidió no
dormir en él después de haber visto una figura espectral. Adicionalmente, la leyenda contiene un relato
sobre el encuentro y conversación de don Rafael Giordano (padre de Lucía), con
el fantasma de su hija, contado con un insólito lujo de detalles.
Cito algunas frases destacadas:
"Esa situación y otras también insólitas e imprevisibles se agudizaban a medida que se aproximaba la fecha del triste aniversario. Ocurría en las cercanas vías del ferrocarril. En la madrugada de algunos días, cerca de la hora en la cual se produjo el horrendo suceso, curiosamente, los pasajeros de determinadas formaciones ferroviarias al llegar precisamente al fatídico lugar, sentían extraños y desagradables síntomas, los que alarmaban justificadamente a todo el pasaje: mareos, vómitos, dolores corporales, etc."
"Los vecinos que concurrieron alguna vez a sus "sesiones" espiritistas que se efectuaban periódicamente en horas de la noche, en un oscuro salón de su casa iluminado solamente con la luz de una vela, contaron que esta persona en medio de terribles contorsiones y agudos gritos de dolor, que aparentemente eran emitidos por Lucía y Ángel de manera incorpórea, relataban los últimos momentos de sus vidas, segundos antes del horrible accidente, y la tremenda pena que soportaban al estar alejados definitivamente de sus seres queridos"
"Decían haber visto figuras horribles que avanzaban y luego desaparecían traspasando las paredes de manera increíble. El espectro de un hombre que aparentemente se había suicidado ahorcándose. También se oían pasos, ruidos extraños y confusos."
Como ya comentamos, la leyenda es una recopilación de posteos que pueden visitar clickeando aquí. La historia no tiene un final en particular, más allá de los hechos paranormales registrados, los últimos posteos de la serie dedican sus líneas a particularidades del barrio, más que a la historia del palacio.
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