Antes que nada, hay que poner en
contexto la historia del palacio, ya que el mismo fue construido prácticamente durante
la fundación de Villa del Parque. Buenos resúmenes de la historia completa de
la zona pueden ser leídos aquí y aquí: desde la ocupación jesuita en 1630, pasando por la
época de Rosas, los diversos intentos infructuosos de urbanización en el siglo
XIX, hasta llegar a Antonio Cambiasso, el propietario de una gran parte de los
terrenos que hoy forman el barrio, y ancestro de los reconocidos futbolistas,
cuya familia es de la zona.
A pesar de los
años, y los tejes y manejes en la propiedad de la tierra, hasta 1904 la zona no
era más que una extensión agrícola. En dicho año, mediante un decreto del
entonces presidente Julio A. Roca se crea el Instituto Superior de Agronomía y
Veterinaria (actual Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UBA), acompañando
la explosión del modelo agro-exportador de aquel entonces. Las tierras donde se
construiría este instituto ya habían sido asignadas para la realización de un
parque con el mismo fin. Este parque fue denominado de varias maneras: “del
Oeste”, “agronómico” y “nacional” entre otros, y de allí es que el barrio que
se fue formando alrededor del mismo se denominó “Villa del Parque”, cuando el
término “villa” no aplicaba a barriadas humildes, sino a urbanizaciones en
general.
Esta denominación
quedaría formalizada mediante dos eventos: la llegada del Ferrocarril de la línea San
Martín, ya que la estación se llamaría de esa manera, y tras la
fundación de la Asociación de Fomento de Villa del Parque en 1908. Luego de ello, el nombre del barrio quedó instaurado.
Sin más preámbulos, en el próximo post, la leyenda.
Sin más preámbulos, en el próximo post, la leyenda.
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