IV) Lo (prácticamente) desconocido
Según el artículo que mencionamos, Maxi tenía un frondoso
historial de estafas, todas hechas en EEUU.
En 1994, se autodeclaró culpable de un fraude bancario.
Recibió seis meses de prisión el 15 de enero de 1998 por violar los términos de
su probation de la causa anterior.
En 2002, fue acusado por el Distrito de Columbia por aplicar
ilegalmente a un beneficio de U$S 50.000 que el gobierno federal disponía para
los familiares de las víctimas del atentado a las torres gemelas, ocurrido el
año anterior.
Según la corte Emile St. Patrick Higgins (el nombre Max no
está en este documento, atento a esto), no tendría un padre llamado Solomon
Patrick Higgins, que haya fallecido en dicho atentado. Según el reporte, Maxi o
Emilio, como quieran llamarlo, quería que el presidente norteamericano (en ese
entonces George Bush), el entonces Director de la CIA George Tenet y el entonces
presidente panameño Manuel Noriega testifiquen a su favor.
En esta ocasión se declaró inocente y finalmente fue
absuelto en 2003.
En 2004, podemos hallar un pedido de “writ of certiorati”
(como que sea que se pronuncie) de Maxi (cuyo nombre completo acá es EMILE M.
SAINT PATRICK HIGGINS), en una causa que tenía contra el “Bureau of Customs”
norteamericano, el equivalente a la Aduana nuestra. Googleando, este pedido
sería como un “per saltum” nuestro, y básicamente es pedirle la Corte Suprema
que tome una apelación de un tribunal inferior.
Lo próximo que podemos encontrar es un documento del 6 de
octubre de 2005. Es un memorándum que desestima una queja de Max (cuyo nombre
completo acá es EMILE MAXMILLION SAINT PATRICK HIGGINS, otra vez aparece el
“MAXMILLION”) sobre sus condiciones como prisionero contra el departamento
correccional y los guardiacárceles del distrito. Podemos confirmar que estuvo
preso entonces.
Su última jugada internacional fue el 11 de diciembre de
2008. En dicha fecha se inaugura el blog https://maxhigginsbank.wordpress.com/, que tiene un solo posteo. Este posteo copia y pega una
supuesta cadena de mails donde Maxi reclama al Bank of America que envíen
400.000 U$S a una cuenta en Dubai, que con ello se aseguraría un préstamo de
100 millones de dolares de algún príncipe de allá.
Leyendo la cadena de mails (me la fumé completita), hizo
trabajar a un pobre abogado (al que luego acusó de aceptar coimas del banco), y
no le pagó un solo dólar de honorarios. Acusó a su secuaz Kenrick Gilpin de
robarle millones, al banco de estafarlo, y así… la cadena de mail da para una
novela aparte. Pero el resultado es siempre el mismo… Maxi no paga porque le
“retienen” su dinero.
Finalmente, parece que pudo sacar 60.000 U$S de aquella
cuenta, y que no había mucho más. Todo el texto es muy confuso, algo ya
habitual en la historia.
Dentro de estos datos relativamente desconocidos podemos
mencionar a su secuaz: Kenrick Gordon Gilpin. Como ya comentamos, parece que fue
la cara visible de la estafa en Jamaica, al menos durante 2007, junto con
Aletha o Alethea Gilpin, presumiblemente su pareja.
Este señor figura como director suplente en varias de las
sociedades armadas en Argentina, y en uno de los comentarios de los posteos
sobre inversores defraudados, un usuario publicó que Kenrick Gilpin había
fallecido en Panamá el 30 de marzo de 2015, aparentemente de causas naturales.
Googleando otra vez, en el sitio web del órgano judicial de
Panamá, se puede hallar un documento que dice: “Rinde declaración jurada
Kenrick Gordon Gilpin, quien indicó que mantenía una propiedad en Villas del
Decameron, casa 283”, pero el PDF es imposible de descargar, solo puedo leer esa
línea. El sitio mencionado es un lugar de ensueño, donde aparentemente Kenrick
pasó sus últimos días.
Como dato de color, Higgins Music & Entertainment,
Corporation también está registrada en Panamá y en Delaware, EEUU.
A pesar de ser una sociedad muy fructífera para ambos,
parece que en diciembre de 2008 algo se rompió, ya que además de acusarlo de
robar dinero de su cuenta de Bank of America, Max envió una notificación a sus
inversores de que solo abonaría con cheques y no con transferencias debido a la
proliferación de contratos y reclamos falsos realizados por Kenrick y personas
contratadas por él. También mete en la bolsa a un tal Rudolph Wahrmann, un
jamaiquino de Spanish Town.
Obvio que ninguno de los dos, Kenrick o Maxi, pagaron ni
devolvieron absolutamente nada.
Y uno creería que aquí termina todo, Maxi se gastó toda la
plata que le prestaron los jamaiquinos, Kenrick se gastó la que no se gastó
Maxi, y ahora nuestro amigo tendría pedido de captura internacional. Pero no…
la cosa siguió.
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