domingo, 29 de mayo de 2022

Paul Howard Frampton (I) - de Nobel a Narco, de Harvard a Devoto. Su vida antes de pisar Argentina.

Introducción

La historia de Paul Howard Frampton es de película, pero no una biográfica o de acción, sino una de Adam Sandler o Will Ferrell. De hecho, en Get Hard, el bueno de Will participa en una trama parecida a esta historia, aunque la idea de la comedia es bastante más lógica y probable de lo que le pasó a nuestro protagonista en la vida real.

Si el apellido te suena, es porque hay un cantante que se llama Peter Frampton. Los que saben de música lo conocen, los que NO, como es mi caso, lo ubican por el capítulo "Hullaballoza" de Los Simpson. Es el viejo que se queja de que le comen las cosas de la heladera, y que no puede tirar el cerdo inflable al aire, entre otras. Bueno, ese es Peter, Pedro, y hoy vamos a hablar de Paul, Pablo. 

Pedro y Pablo, ¿casualidad? claro que si, hay como un millón de Framptons.

Paul Howard Frampton, por su parte, es un físico teórico británico de 78 años que trabaja en cosmología y física de partículas. Según su página web personal tiene varios doctorados y posdoctorados en la temática, uno de ellos en Harvard, por mencionar la más conocida.

Escribió más de 490 papers, lo citaron más de 10.000 veces, escribió un par de libros, e inclusive llegó a compartir autoría de papers con algunos premios nobel. Todo esto, entiendo yo, es como decir “Cuantas copas ganaste” o “cuantos seguidores tenés”, pero en el mundo de la física teórica. Y en ese mundo, el tipo es groso, o al menos lo era.

Viendo una foto, es como un Boris Johnson, pero con el pelo normal. Un viejito simpático que te podrías cruzar en cualquier cafetín barrial, y no te llamaría la atención.

Y... que tiene de interesante este tipo, para el 99,999% de gente a la que la física teórica no le va ni le viene. Bueno, te hago una pregunta: te lo imaginas a Paul en la cárcel de devoto? y no yendo de visita, sino en el pabellón de los narcos, meta cumbia? Yo no, sinceramente, hasta que me topé con su historia.

Su vida antes de la cárcel


Antes de contar cómo es que llegó a la Argentina, y no precisamente como turista, voy a contarte un poco de la vida de Paul antes del fatídico 2011. Creo que repasar ayuda a entender porque hizo lo que hizo. Los datos salen de un artículo de investigación bastante largo que hizo Maxine Swann, una escritora norteamericana, para el NY Times, una entrevista que hice yo mismo con Fidel Schaposnik (espero haber pronunciado el apellido), físico argentino que les voy a presentar más adelante, artículos del diario de la Universidad de Carolina del Norte (donde él trabajaba), algunas noticias argentinas, entre otros.


El pulpo Paul, apodo que vamos a utilizar para no repetir tantas veces su nombre, nació el 31 de octubre de 1943 y se crió en Worcestershire, en lo que él describió como una familia de clase media baja. Su mamá lo animaba a mostrar sus perfectas calificaciones a todos los vecinos, lo que la periodista describe como una práctica que quizás lo llevó a confundir halagos y amor.


A los 18 años de edad, ingresa al Brasenose College en Oxford, y obtiene su doctorado en 1968. Después, como ya comenté, se va EEUU y cursa varios post doctorados en universidades de las más reconocidas, y se dedica de lleno a la investigación. Unos de sus puntos más altos, siempre en lo académico, fue cuando le aconsejaron ir a trabajar a la Universidad de Chicago con Yoichiro Nambu, un intelectual muy reconocido en el ámbito que, en 2008, ganó el premio nobel. Sería como jugar un año con Messi.


Frampton destacó algo del japonés, y es que éste sorprendentemente no tenía ego. ¿Por qué debería sorprender una persona sin “tanto ego”? Y es que el tema del ego, o mejor dicho, del exceso de ego, es algo que va a estar desparramado sobre toda la historia, y probablemente sea la causa principal por la cual el pulpo terminó en Devoto.


Lo dije en la introducción, Paul escribió más de 490 papers, lo citaron más de 10.000 veces, escribió un par de libros, y trabajó junto a varios premios nobel. Buscando en Twitter, todo comentario anterior a 2011 son sobre sus libros, o usuario fascinados porque Paul les comentó algo en su blog (muy de esa época los blogs), lo que reafirma que en su campo, era un tipo importante.


Vida Personal


En cuanto a su vida personal, aquellos que lo conocen lo describieron como una suerte de “idiot savant”, y cuya definición es la siguiente: Es una persona con discapacidad mental, pero muy bueno haciendo algo en particular.


Buscando un poquito más, idiot savant se traduce desde el francés como “idiota erúdito” o “idiota sabio”, un término algo antiguo que data de 1887. Pero la palabra idiota, mal usada como insulto, implica un discapacidad mental muy severa, y estos casos no se ajustaban a eso. Se llegó a usar también el término “sabio autista” que sería el caso del personaje de Dustin Hoffman en Rainman, o del protagonista principal de Good Doctor o Doctor Milagro, según veas la versión yankee o turca (mi vieja mira la versión turca por Telefe, tenía ganas de contarlo); pero solo la mitad de estas personas son autistas.


Con el tiempo, la definición se refinó a “síndrome del sabio”, algo que no está reconocido oficialmente como enfermedad mental.


Un amigo suyo, hablando con la periodista del NY Times, fue bastante elocuente, y dijo: “Las mujeres llegaron un poco tarde a la vida de Paul”. Se casó a los 50 años, con Anne-Marie, o Ana María, una francesa dos años mayor. Ella misma se definía como una groupie de la física, y con una frase detalló la química de la pareja: “No podía seguir completamente lo que Paul decía, debido a la matemática, pero bien podía entender las palabras o bien escuchar la música, la música de la física”. Gustos son gustos, yo no soy quién para juzgar.


Pero Ana María tenía las cosas clarísimas: como físico, Paul era un cra', pero emocionalmente un nene de 3 años, dicho literalmente por ella. La pareja se divorció en 2008, y quedaron en buenos términos. Con el diario del lunes, le diría al amigo Paul, que separarse de Ana María fue una pésima decisión.


A partir del divorcio, y siempre teniendo en cuenta lo que dice esta extensa nota del NY Times, el pulpo comenzó a buscar esposa nuevamente, con la idea de conseguir alguien entre 18 y 35 años, porque entendía que era la edad más fértil de la mujer, y eso concordaba con su deseo de formar una familia. No creo ser el único al que escuchar esto, se le viene a la mente Sheldon Cooper, el personaje de la serie The Big Bang Theory.


Existió una candidata china para ser esposa de nuestro querido científico, con la que intercambió muchos correos electrónicos, y llegó a combinar una visita durante un viaje al país oriental. Se encontró con ella, también científica, también destacada en lo suyo, pero la charla duró poco, y la cosa no paso de ahí. Y qué pena para Paul que no anduvo, porque con el diario del lunes, el mismo que usé antes, le diría a Paul que tendría que haberse juntado con la china. (aclaro, la científica china, no la china suárez, que acá no tiene nada que ver… creo que no tiene nada que ver, sigo con la historia).


Denise Milani, seducción, odisea y lamento boliviano


Y, en este punto… es donde comienza la caída. La palabra caída tiene dos sentidos en esta historia: el primero es la de caer bajo, hundirse, tocar fondo, ya que probablemente no esté en los planes de un físico que coquetea con premios nobel pasar dos años en un pabellón de Devoto acusado de narcotráfico. El segundo es el de caer víctima de un engaño, caer como un boludo, como le diríamos en argentina.


Ambas caídas están conectadas, cayó víctima del engaño, y es por eso que cayó tan bajo. Lo de que tan víctima fue o no, es algo que formó parte del juicio… y por algo terminó preso, pero eso viene en un rato.


¿Cómo comenzó toda esta aventura? Comenzó algún tiempo atrás en la isla del sol, se cruzaron nuestros caminos por casualidad… perdón por el chiste malo, pero si ustedes estuvieran en mi lugar, lo hubieran hecho, créanme. La aventura comenzó algún tiempo atrás, noviembre de 2011 para ser precisos, en el sitio web Mate1.com, donde hicieron match el señor Paul Howard Frampton y la señorita Denise Milani.


De Paul ya describimos lo suficiente para tener en claro qué tipo de perfil tiene para llevar a un sitio de citas. Por su parte, Denise Milani es una modelo checa, delgada, famosa, muy bonita, con un busto más que llamativo, Miss Bikini World 2007, que por aquel entonces tenía unos 35 años. Lo que diríamos hoy, una bomba. Los invito a googlearla y sacar sus propias conclusiones.


Denise y el pulpo hacen match y comienzan a chatear. Y volvemos al tema del ego. Yo creo que está bien tener la autoestima alta, pero cuando eso hace fallar tu sentido común, podes estar en peligro.


Parece que la relación virtual entre Denise y Paul era intensa, hablaban casi todos los días por Yahoo Messenger (comentario de viejo: es tremendo cómo cambió todo con los Smartphone. Yahoo Messenger y el sitio de citas utilizado no existen más hace rato, y pasaron solo 11 años)


¿Cómo una chica como Denise podría interesarse en alguien como Paul? Más allá de lo estético, hay una brecha muy grande en la edad, los intereses, tipos de trabajo, ritmos de vida, ingresos, y así puedo estar todo el día.


Había un argumento, flojo, pero argumento al fin. Denise le decía a Paul que estaba cansada de posar en Bikini y que los hombres se la comieran con los ojos (traducción literal). Quería sentar cabeza, tener hijos, bla bla bla. De hecho, Denise algo insegura le preguntaba si algún día estaría orgullosa de alguien como ella, rebajandose a sí misma, y de esta forma, dándole un empujoncito a Paul, que con su enorme ego compenso cualquier duda lógica sobre esta relación.


Entre tanta charla (exclusivamente por chat), un par de alarmas, o red flags como se dice ahora, se habían encendido. La más llamativa es que Denise siempre tenía una buena excusa para no atender el teléfono, por lo que a unos meses de conocerla, y conversar todos los días por escrito, los enamorados aún no conocían sus voces. El pulpo decidió ignorar esto y varias cosas más, y siguió convencido de que la reciente Miss Bikini World quería tener una relación con él. Y no sólo una relación, porque la cuestión era all inclusive: matrimonio, familia y la mar en coche (siento que al decir “la mar en coche” pasé automáticamente a tener 70 años, como Paul).


Mientras tanto, nuestro amigo alardeaba de su relación virtual con sus colegas y amigos. Me imagino al pulpo mostrando la foto, y sus amigos mutando desde un inicial “No jodas” hacia una sincera preocupación una vez que veían que estaba convencido de lo que decía.


El 7 de enero de 2012, Paul parte hacia el aeropuerto de La Paz, Bolivia, con escalas en Toronto y Santiago de Chile, y acá la aventura se pone pesada. Finalmente Paul y Denise se iban a conocer personalmente, y porque una modelo checa y un físico inglés deberían de encontrarse en Bolivia?. Bueno, parece que Denise tenía una sesión de fotos en La Paz, lo cual ya de por sí es raro, y además es un punto de encuentro más que incómodo para ambos, pero a esta altura el pulpo había ignorado tantas alarmas y estaba tan convencido del amor que había entre ambos, que todo era posible.


Paul planeaba un viaje corto, por lo que dejó el coche en el aeropuerto (y el pobre auto lo terminó esperando más de dos años, no quiero saber lo que le cobraron de estacionamiento). Los vuelos iban a ser cubiertos por Denise, ya que el mundo de la moda paga bastante mejor que el de la física teórica. Paul llegó a Toronto, y el ticket que le mandó Denise para viajar a Santiago era invalido. En Toronto, se hospedó en la casa de un amigo. ¿Por qué hizo tanta escala? No hay mucho detalle al respecto, pero Paul terminó llegando 4 días después a La Paz.


¿Se encontró finalmente con Denise? Obvio que no, ella le dijo que se había ido a Bruselas a hacer otra sesión de fotos, y que le iba a mandar otro pasaje para que, ahora sí, se puedan ver de una buena vez. El contacto era fluido, y eventualmente Denise le envía un boleto de avión a Paul, pero no a Bruselas, sino a Buenos Aires, prometiendo que desde allí le enviaría otro ticket a Bruselas. De paso, ella le pide un favorcito, una pavadita: si le podía llevar una valija que se olvidó en La Paz.


A todo esto, Paul se escribe con su amigo John Dixon, quien lo había hospedado en Toronto, físico y abogado (extraña combinación de profesiones), que sin dudar le afirma que en el revestimiento de esa valija iba a encontrar cocaína, y que él ya estaba metido en serios problemas. Paul le responde que no pasa nada, que si llega a haber cocaína en la valija, él va a pedir que la saquen, así como uno pide que le saquen el condimento a la hamburguesa. Esa confianza Paul… no te lo robo.


John pensó que iban a secuestrar a su amigo para robarle dinero, pero ni siquiera tenía dinero, así que lo más probable era que lo mataran. Entonces, le preguntó a quién llamaba cuando desapareciera, a lo que Paul respondió que llamara a su hermano y su ex mujer. Pero la hospitalidad latinoamericana pudo un poquito más.


Se hospedó nueve noches en el Eva Palace Hotel de La Paz, y el 20 de enero recibió la valija de un hombre cuyas características no pudo (o no deseó) recordar. Esperaba un Hermes o un Louis Vitton, pero recibió una valija con rueditas (pedorra sería la definición más correcta), vacía. Cuando le preguntó a Denise porque quería una valija vacía, en especial esa valija pedorra, ella respondió que tenía valor sentimental.


A esta altura, creo que todos pensamos como John Dixon (muy gringo el nombre, por cierto), y nos sale un “Date cuenta Paul”. Pero el pulpo, lo que tenía de genio, lo tenía de ingenuo y de terco, y encaró para Buenos Aires nomás.

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